El yoga llegó a mi vida como respuesta a un proceso lleno de cuestionamientos, trayendo la paz que mi espíritu y mi mente necesitaban. En poco tiempo comencé a dormir mejor y dejé de fumar, lo cual contribuyó enormemente a mi bienestar.

Practicar yoga y ser parte de esta hermosa comunidad, me acerca a la persona que busco ser. Cada clase logro conectar con el bienestar y la calma que habita en mí. La calidez y armonía del lugar se siente de inmediato, así como la linda energía de las bellísimas personas que he ido conociendo y apreciando cada día más.

Ha transcurrido un año de práctica y mis expectativas han sido satisfechas, de una instrucción profesional en lo físico a la medida de uno, complementada siempre con la unión a la espiritualidad enseñada, hacen un conjunto virtuoso de aprendizaje para el cuerpo y el espíritu.

Sufro de trastorno de ansiedad generalizada y desde que comencé con las prácticas de yoga, la respiración se ha vuelto mi mayor arma al momento de enfrentarme a situaciones de estrés. Me ha ayudado a conectarme con mi paz interior, después de cada práctica me siento muy liviana y tranquila.

Practicar yoga para mi es una experiencia para volver a pasar permanentemente por mi corazón con la ayuda de mi cuerpo en movimiento a través de la respiración. Es una práctica que sostiene mi buen vivir : )